17 abril 2007

Sábado de música electroacústica




¿Usted qué haría si lo invitaran a un concierto sin orquesta?

Así empezó el programa del sábado 7 de abril cuando la invitada que recibimos en el estudio fue la multipremiada artista musical Elsa Justel, marplatense ella, que nos vino a hablar acerca de su pasión: la música electroacústica.

Elsa trabaja los sonidos. Ya sea que emplee instrumentos de música o que se valga de una computadora y un sintetizador. "La computadora va un poco más allá que los instrumentos tradicionales porque nos permite penetrar en la estructura interna de los sonidos. Es el deseo supremo de un compositor: manipular el sonido a su antojo".

Desde muy chica quería componer. De hecho, a la edad de 7 años, compuso un himno a "Periquita" (nombre homónimo del club barrial al que pertenecía), era una marcha que identificaba a su club ¡con acordes hasta de séptima!

Se formó en nuestro Conservatorio de música de la ciudad de Mar del Plata donde también fue docente durante varios años. Sus estudios y la voluntad de acrecentar su formación la llevaron a conseguir una beca que le permitió viajar a Francia, y en Europa siguió su carrera por la que fue y sigue siendo premiada (de esto ya van 18 años y contando).

¿Y qué cosa es la música electroacústica?

Bueno, la electroacústica es la reunión de la Música Concreta (sonidos tomados de la naturaleza) y la Música Electrónica. En cuanto a la técnica, es bien sabido que los softwares se actualizan constantemente. "No hemos abolido los instrumentos", dice Elsa, "hemos agregado otras fuentes sonoras". Entonces podríamos relativizar eso de que en un concierto de música electroacústica no encontraremos instrumentos. Puede que a veces además de altoparlantes haya violines, guitarras, tambores, etc.

La composición de un tema puede llevar mucho tiempo de trabajo, que a su vez depende, no sólo de la inspiración del compositor, sino de varios factores. En el caso de Elsa, algunas obras le llevaron entre 6 y 8 meses o hasta incluso 1 año entero de trabajo.

Siguiendo un poco con los comienzos del despertar de su vocación, comenta Elsa "yo creo que la principal influencia que yo tuve fue Tarzán", un programa de radio que, cuando era más joven, se transmitía por radio Splendid. Lo que le fascinaba de aquel programa, eran los ruidos de los pasos, de la lluvia, que eran creados, en vivo con la ayuda de objetos comunes, por los sonidistas de la época.

El hecho de que la música electroacústica nos resulte lejana, inaccesible, se debe en parte al factor distribución, que tiene que ver con intereses comerciales. Por ejemplo, la música clásica se difundió y se sigue difundiendo porque tiene una estructura muy grande, que invierte para que eso ocurra. Sin embargo, la música como la que hace Elsa, utiliza los canales clásicos de difusión (ya sea la radio o la televisión) y también se vale de los grandes festivales o las temporadas de conciertos. Donde nosotros, el público común, tenemos mayor acceso a este tipo de música, es en el cine (arte que empezó a usar esta clase de música en películas de terror o de ciencia ficción).

En un momento de la entrevista, Nico Fabiani preguntó "¿con qué se encuentra el espectador cuando asiste a un concierto de electroacústica?", a lo que Elsa contestó que "se encuentra con una orquesta... de altoparlantes. Los altoparlantes son los intérpretes. Los hemos reemplazado (a los intérpretes)" y añadió risueña y mirando de reojo a Romina Conti (nuestra entrevistadora del día, instrumentista ella) "¡Por fin los compositores nos hemos liberado del intérprete! que muchas veces no alcanzaba a interpretear exactamente lo que escribíamos".

"Hay que empezar a escuchar de nuevo, con otro criterio". Esto lo decía Elsa al reflexionar sobre la dicotomía que surge entre ir a ver al intérprete o ir a escuchar una obra. La música es para escuchar, aún cuando estemos tan acostumbrados a ver a los intérpretes y sintamos esa necesidad imperiosa de verlos.

La compositora terminó la entrevista dejando abierta una puerta que en el futuro quizá pueda utilizar algún joven artista (¿porqué no también, marplatense?) inquieto por hacer conocer su obra, a través de una fundación que Elsa tiene ganas de crear, justamente con ese fin: brindarle a compositores jóvenes, contactos que ella fue cosechando a lo largo de su vida y que pueden resultarles muy valiosos a quienes, como ella, caminan por los senderos de la música electroacústica.

01 abril 2007

"Mar del Plata de ayer": una llave para mirarnos de otra manera




"Conexiones" entrevistó a la Arq. Graciela Di Iorio, coordinadora del libro "Mar del Plata de ayer" que acaba de publicar la editorial de Manrique Zago. En la obra se han volcado los aportes, bajo la dirección del Arq. Roberto Cova, de decenas de investigadores que iluminan, "con pinceladas de temas", la memoria de nuestra ciudad.




La arquitecta Graciela Di Iorio, ex directora del Museo Castagnino y ex vicepresidente del Ente Municipal de Cultura de la Municipalidad de Gral. Pueyrredón, coordinó este increíble libro, que publicó Manrique Zago, un editor especializado en obras sobre arte y que dirige una colección sobre "Ciudades en el pasado". La idea surgió cuando confluyeron, hace algunos meses, las voluntades de Nino Ramella y de Manrique Zago, que convocaron al arquitecto Roberto Cova, "sinónimo de memoria", contó Graciela Di Iorio. A partir de estos acuerdos, se realizaron contactos con la Universidad Nacional de Mar del Plata, que cuenta en sus claustros con varios equipos de investigación sobre el pasado de nuestra ciudad, que brindaron su colaboración a esta obra colectiva.

"En un libro compuesto como un mosaico, fue bastante difícil encontrar el alma de la obra", comentó Di Iorio. "Y más complejo resulta, si se tiene en cuenta que el setenta por ciento del trabajo son fotografías". "La publicación cuenta con 600 fotografías, pero la investigación original trabajó sobre tres mil imágenes", aclaró la coordinadora. "Mar del Plata de ayer, es un libro para ser abordado desde la imagen - explicó Di Iorio -, para cuyo tratamiento se usaron los avances tecnológicos disponibles en la biblioteca de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Allí se trataron fotografías con un scanner de última generación, con logró ampliar pequeñas fotos antiguas hasta un tamaño importante, con una excelente resolución".

La entrevista se fue encadenando a partir de los diferentes capítulos del libro. 216 páginas que comienzan el recorrido hace diez mil años. Sí, leyó bien, en plena prehistoria, la arqueóloga Diana Mazzanti, pinta el paisaje del territorio en aquél entonces.

A partir de los "Antecedentes 1519-1819", comienza el itinerario histórico. Además de la villa de los porteños, la Biarritz del Atlántico, que las élites capitalinas disfrutaban en sus descansos extensos, el libro rescata la "ciudad" de los marplatenses, con sus trabajos, sus industrias, el deporte, en un capítulo escrito por Mario Trucco.

Un lugar principal ocupan, además, las plazas, como "espacios públicos", donde la arquitectura, el urbanismo, fueron esenciales en el diseño del damero urbano.

Los protagonistas de la historia también tienen su sitial destacado. "7 de junio de 1891" es el nombre de una sección dedicada al papel que cumplió la logia masónica en el devenir político e intelectual de Mar del Plata.

La lista de curiosidades y datos novedosos sería interminable. Sólo resta una pregunta que la arquitecta Graciela Di Iorio dejó como al pasar, para la reflexión: "¿Cuántas Mar del Plata hubo, una sobre otra?

Una buena forma de comenzar a responderse este interrogante es leer esta obra magnífica.