23 septiembre 2025

Por un Humanismo, humanitario. Nuevas reflexiones

 

PREMIO NOBEL DE LA PAZ



 Discurso en Oslo al recibir el Premio Nobel de la paz

Majestad, Altezas, Señoras y Señores

Con humildad estoy ante Ustedes para recibir la alta distinción que el Comité Nobel y el Parlamento otorgan a quienes han consagrado su vida en favor de la PAZ, de la promoción de la JUSTICIA y la solidaridad entre los pueblos.

Quiero hacerlo en nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios; en nombre de ellos, mis hermanos indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres de buena voluntad que renunciando a sus privilegios comparten la vida y camino de los pobres y luchan por construir una nueva sociedad.

Para un hombre como yo, una pequeña voz de los que no tienen voz, que lucha para que se oiga con toda la fuerza el clamor de los Pueblos, sin otra identificación que con el hombre concreto latinoamericano y como cristiano, este es sin duda el más alto honor que puedo recibir que se me considere un Servidor de la Paz.

Vengo de un continente que vive entre la angustia y la Esperanza y en donde se inscribe mi historia, estoy convencido que la opción de la fuerza evangélica de la no-violencia se abre como un desafío y a perspectivas nuevas y radicales.

Una opcion que prioriza un valor esencial y entrañablemente cristiano: la dignidad del Hombre, la sagrada trascendente e irrenunciable dignidad del hombre que le viene del hecho primordial de ser hijo de Dios y hermano en Cristo y por lo tanto hermano nuestro.

En estos largos años de lucha a través del Servicio Paz y Justicia en América Latina compartimos el camino junto a los más pobres y necesitados.

No tenemos mucho que decir, pero sí, mucho que compartir para lograr a través de la lucha no-violenta la abolición de las injusticias, a fin de alcanzar una sociedad más justa y humana para todos.

En este caminar junto a mis hermanos los pobres, los que son perseguidos, los que tienen hambre y sed de justicia, los que padecen por causa de la opresión, los que se angustian ante la perspectiva de la guerra, los que sufren la agresión de la violencia o ven postergados sus derechos elementales.

Es por todos ellos que estoy aquí.

Mi voz quiere tener la fuerza de la voz de los humildes. La voz que denuncia la injusticia y proclama la Esperanza en Dios y la Humanidad que es la Esperanza del Hombre que ansia vivir en la comunión y participación con todos los hermanos como hijos de Dios.

America Latina es un continente joven, vital, que fue definido por el Papa Pablo VI como el Continente de la Esperanza.

Conocer es valorar una realidad con la vocación cierta de compartir su destino.

Conocer es llegar a una profunda identidad con los pueblos que protagonizan un proceso histórico, estando dispuestos a redimir el dolor con el amor, asumiendo, en esta perspectiva, la praxis de Jesús.

Pero cuando vemos esa realidad que viven nuestros pueblos es una ofensa a Dios, en que millones de nuestros niños, jóvenes, adultos, ancianos viven bajo el signo del sub-desarrollo.

La violencia institucionalizada, la miseria y la opresión generan una realidad dual, fruto de la persistencia de sistemas políticos y económicos creadores de injusticias, que consagran un orden social que beneficia a unos pocos: ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres.

Frente a esta realidad quiero como los Obispos en Puebla, como los cristianos comprometidos en los movimientos que luchan por los derechos humanos, como los hombres de buena voluntad compartir las angustias que brotan de los rostros dolientes del hombre latinoamericano, en él que reconocemos el rostro sufriente de Cristo, nuestro Señor que nos cuestiona e interpela

Les hablo teniendo ante mis ojos el recuerdo vivo de los rostros de mis hermanos,
los trabajadores, obreros y campesinos que son reducidos a niveles de vida infrahumana y limitados sus derechos sindicales,
del rostro de los niños que padecen desnutrición,
de los jóvenes que ven frustradas sus esperanzas,
de los marginados urbanos,
de nuestros indígenas,
de las madres que buscan sus hijos desaparecidos,
de los desaparecidos, muchos de ellos niños,
de miles de exiliados,
de los Pueblos que reclaman libertad y Justicia para todos.

Pero pese a tanto dolor vivo la Esperanza porque siento que América Latina es un continente puesto de pie, que podrán demorar su liberación, pero nunca impedir.

Vivimos la Esperanza porque creemos, como San Pablo, que el amor nunca muere y que el hombre, en el proceso histórico, ha ido creando enclaves de Amor con la práctica activa de su solidaridad en todo el mundo hacia la liberación integral del hombre y los pueblos.

Para mí es esencial tener la serenidad interior de la oración para escuchar el silencio de Dios, que nos dice en nuestra vida personal y en el signo de la historia de nuestro tiempo de la fuerza del Amor.

Y es por esa fe en Cristo y en los hombres que debemos aportar nuestro esfuerzo humilde en la construcción de un mundo más justo y humano. Y quiero afirmarlo con énfasis: Ese mundo es posible.

Y para construir esa nueva sociedad debemos estar con las manos abiertas, fraternas, sin odios, sin rencores, para alcanzar la reconciliación y la Paz, pero con mucha firmeza, sin claudicaciones en defensa de la Verdad y la Justicia.

Porque sé que nadie puede sembrar con los puños cerrados. Para sembrar es necesario abrir las manos.

Quiero agradecer a todos Ustedes, al Comité Nobel por esta alta distinción a los humildes de América Latina.

Me siento emocionado y a la vez comprometido a redoblar mis esfuerzos en la lucha por la paz y la Justicia. Puesto que la paz sólo es posible como fruto cicla Justicia, que esta verdadera Paz, es la transformación profunda de la no-violencia que es la fuerza de Amor.

Quiero expresar a Ustedes que gracias a la ayuda y comprensión de mi esposa e hijos, en los momentos más duros y difíciles de la lucha, pude continuar junto a mis hermanos de América Latina, con su amor, silencio y compañía, y siempre contribuyen a fortalecerme y darme el coraje de servir a mis hermanos.

Invocando la fuerza de Cristo, nuestro Señor, como nos enseñaba en el Sermón de la Montaña y que quiero compartir con todos Ustedes con mi pueblo y el mundo.
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos,
Bienaventurados los mansos, porque ellos poseer án en herencia la tierra,
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzar án misericordia,
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios,
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios,
Bienaventurados los perseguidos por la causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos,

Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

(Mateo 5, 1-12)

Reciban mi profundo agradecimiento y deseos de Paz y Bien.

 

Desde Les Prix Nobel. The Nobel Prizes 1980, Editor Wilhelm Odelberg, [Nobel Foundation], Stockholm, 1981

Articulo: Adolfo Pérez Esquivel – Acceptance Speech.



https://www.cipdh.gob.ar/premio-nobel-de-la-paz-a-adolfo-perez-esquivel


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POR UN HUMANISMO, HUMANITARIO




Se impone seguir reflexionando sobre un Humanismo, humanitario. Con una coma, para que esa pausa nos ayude a reflexionar. Humanismo humanitario parece como si agregáramos un adjetivo y ya está. Por eso Humanismo, humanitario, para que esa coma, esa pausa, nos esté invitando a reflexionar.

***

Caín y Abel. ¿Un mito? Sí, puede ser. Pero ese mito no oculta su realidad. En algún momento, en algún lugar, un ser humano mató a otro ser humano, su hermano. ¿Celos, codicia…? ¡Quién sabe!

No matarás establecían las Tablas de la Ley. Ama a tu prójimo como a ti mismo, proclamaban los Evangelios, afirmativamente. No mates/Ama. Y transforma a tu enemigo en prójimo. Una Ética de la liberación.

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25 agosto 2025


 

NUEVA PUBLICACIÓN



ACABA DE APARECER EL Nº 19 DE NUESTRA 

IECE Revista Digital  (Julio 2025)






La Revista completa puede descargarse 


de la siguiente página:


https://iece-argentina.weebly.com/uploads/5/7/2/4/57241255/revista_iece_19.pdf


Los números anteriores pueden encontrarse en: 


iecedigital.blogspot.com


23 julio 2025

PARA UN MUNDO SIN ESPERANZA

 


INFORMACIONES

PARA REFLEXIONAR
(ver documento completo y, al final, el programa emitido en la DW Deutsche Welle:


Discurso de Xi Jinping en la Cumbre SCO

Por Redazione 2 septiembre, 2025

https://www.panoramical.eu/especiales/discurso-de-xi-jinping-en-la-cumbre-sco

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Sumando las Fuerzas de la Organización de Cooperación de Shanghái

Para Mejorar la Gobernanza Global

Declaración de S.E. Xi Jinping Presidente de la República Popular China

En la Reunión «Organización de Cooperación de Shanghái Plus» Tianjin, 1 de septiembre de 2025

Distinguidos Colegas:

Este año se conmemora el 80.º aniversario de la victoria en la Guerra Mundial Antifascista y la fundación de las Naciones Unidas. Es un hito que nos impulsa a recordar el pasado y a construir juntos un futuro mejor. Hace ochenta años, la comunidad internacional aprendió profundas lecciones del flagelo de dos guerras mundiales y fundó las Naciones Unidas, escribiendo así una nueva página en la gobernanza global. Ochenta años después, mientras las tendencias históricas de paz, desarrollo, cooperación y beneficio mutuo permanecen inalteradas, la mentalidad de la Guerra Fría, el hegemonismo y el proteccionismo siguen atormentando al mundo. Las nuevas amenazas y desafíos no han hecho más que aumentar. El mundo se encuentra en un nuevo período de turbulencia y transformación. La gobernanza global se encuentra en una nueva encrucijada.

La historia nos enseña que, en tiempos difíciles, debemos mantener nuestro compromiso original con la coexistencia pacífica, fortalecer nuestra confianza en la cooperación mutuamente beneficiosa, avanzar conforme a la tendencia histórica y prosperar al ritmo de los tiempos.

Con este fin, propongo la Iniciativa de Gobernanza Global (IGG). Espero trabajar con todos los países por un sistema de gobernanza global más justo y equitativo y avanzar hacia una comunidad de futuro compartido para la humanidad.

En primer lugar, debemos adherirnos a la igualdad soberana. Debemos mantener que todos los países, independientemente de su tamaño, fuerza y riqueza, son participantes, tomadores de decisiones y beneficiarios iguales en la gobernanza global. Debemos promover una mayor democracia en las relaciones internacionales y aumentar la representación y la voz de los países en desarrollo.

En segundo lugar, debemos acatar el estado de derecho internacional. Los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y otras normas básicas de las relaciones internacionales universalmente reconocidas deben observarse de forma integral, completa y en su totalidad. El derecho y las normas internacionales deben aplicarse de forma igualitaria y uniforme. No debe haber dobles raseros, ni imponer las normas internas de unos pocos países a otros.

En tercer lugar, debemos practicar el multilateralismo. Debemos defender la visión de una gobernanza global basada en la consulta amplia y la contribución conjunta para el beneficio común, fortalecer la solidaridad y la coordinación, y oponernos al unilateralismo. Debemos salvaguardar firmemente el estatus y la autoridad de la ONU y asegurar su papel clave e irremplazable en la gobernanza global.

En cuarto lugar, debemos promover un enfoque centrado en las personas. Debemos reformar y mejorar el sistema de gobernanza global para garantizar que las personas de cada nación sean actores y beneficiarios de la gobernanza global, a fin de abordar mejor los desafíos comunes de la humanidad, reducir la brecha Norte-Sur y salvaguardar mejor los intereses comunes de todos los países.

En quinto lugar, debemos centrarnos en tomar medidas concretas. Debemos adoptar un enfoque sistemático e integral, coordinar las acciones globales, movilizar plenamente los diversos recursos y esforzarnos por obtener resultados más visibles. Debemos fortalecer la cooperación práctica para evitar que el sistema de gobernanza se quede rezagado o se fragmente.

Estimados colegas,

La declaración fundacional y la Carta de la Organización de Cooperación de Shanghái dejaron claro desde el principio que debemos promover un orden político y económico internacional más democrático, justo y equitativo. Durante los últimos 24 años, la OCS se ha adherido fielmente al Espíritu de Shanghái de confianza mutua, beneficio mutuo, igualdad, consulta, respeto a la diversidad de civilizaciones y búsqueda del desarrollo común. Hemos debatido juntos asuntos regionales, construido plataformas y mecanismos, y nos hemos beneficiado de la cooperación. También hemos impulsado y puesto en práctica numerosos conceptos nuevos de gobernanza global. La OCS se ha convertido cada vez más en un catalizador para el desarrollo y la reforma del sistema de gobernanza global.

En respuesta a las transformaciones que se producen con mayor rapidez en todo el mundo, que son únicas cada siglo, la OCS debe asumir un papel de liderazgo y dar ejemplo en la implementación de la IGC.

Debemos contribuir a salvaguardar la paz y la estabilidad mundiales. Con una visión de seguridad común, los Estados miembros de la OCS han firmado el Tratado de Buena Vecindad, Amistad y Cooperación a Largo Plazo, han llevado a cabo una cooperación eficaz en materia de seguridad y han mantenido la estabilidad general en la región. Debemos seguir defendiendo los principios de no alianza, no confrontación y no atacar a terceros. Debemos aunar esfuerzos para abordar diversas amenazas y desafíos, aprovechar al máximo el recién creado Centro Universal de la OCS para la Lucha contra los Desafíos y Amenazas a la Seguridad y el Centro Antidrogas de la OCS, y construir una comunidad de seguridad común en la región. Debemos seguir siendo un motor de estabilidad en este mundo volátil.

Debemos asumir la responsabilidad de una cooperación abierta a nivel mundial. Los Estados miembros de la OCS cuentan con abundantes recursos energéticos, grandes mercados y fuertes impulsores internos, y estamos contribuyendo cada vez más al crecimiento económico mundial. Debemos seguir derribando muros, no erigiéndolos; debemos buscar la integración, no la disociación. Debemos impulsar la cooperación de alta calidad en la Franja y la Ruta e impulsar una globalización económica inclusiva y beneficiosa para todos.

China aprovechará las oportunidades que ofrece su vasto mercado y continuará implementando el plan de acción para el desarrollo de alta calidad de la cooperación económica y comercial dentro de la familia de la OCS. China establecerá tres plataformas principales para la cooperación China-OCS en energía, industria verde y economía digital, y establecerá tres importantes centros de cooperación para la innovación científica y tecnológica, la educación superior y la formación profesional y técnica. Trabajaremos con los países miembros de la OCS para aumentar la capacidad instalada de energía fotovoltaica y eólica en 10 millones de kilovatios cada una en los próximos cinco años. Estamos dispuestos a construir, con todas las partes, el centro de cooperación en aplicaciones de inteligencia artificial y a compartir los beneficios del progreso en IA. Invitamos a todas las partes a utilizar el Sistema de Navegación por Satélite Beidou e invitamos a los países con capacidades relevantes a participar en el proyecto de la Estación Internacional de Investigación Lunar.

Debemos dar ejemplo en la defensa de los valores comunes de la humanidad. Entre los Estados miembros de la OCS, los intercambios culturales son muy destacados, las interacciones interpersonales son frecuentes y sólidas, y las diferentes civilizaciones irradian su singular esplendor. Debemos seguir promoviendo los intercambios y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones, y escribir capítulos brillantes de paz, amistad y armonía entre países con diferentes historias, culturas, sistemas sociales y etapas de desarrollo.

China albergará y garantizará el éxito del Foro de Partidos Políticos de la OCS, el Foro de Desarrollo Verde y Sostenible de la OCS y el Foro de Medicina Tradicional de la OCS. En los próximos cinco años, China tratará a 500 pacientes con cardiopatías congénitas, realizará 5.000 operaciones de cataratas y realizará 10.000 pruebas de detección de cáncer a otros países de la OCS.

Debemos actuar para defender la equidad y la justicia internacionales. En cumplimiento de los principios de justicia y equidad, los Estados miembros de la OCS han participado constructivamente en los asuntos internacionales y regionales, y han defendido los intereses comunes del Sur Global. Debemos continuar oponiéndonos rotundamente al hegemonismo y a la política de poder, practicar un verdadero multilateralismo y ser un pilar en la promoción de un mundo multipolar y una mayor democracia en las relaciones internacionales.

China apoya a la OCS en la expansión de la cooperación con otras instituciones multilaterales, como la ONU, la ASEAN, la Unión Económica Euroasiática y la Conferencia sobre Interacción y Medidas de Fomento de la Confianza en Asia, para defender conjuntamente el orden económico y comercial internacional y mejorar la gobernanza global y regional.

Colegas,

Un antiguo filósofo chino dijo sobre la importancia de los principios: «Defiende el Gran Principio, y el mundo te seguirá». Dentro de dos días, China conmemorará solemnemente el 80.º aniversario de la victoria de la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa y la Guerra Mundial Antifascista. Muchos colegas nos acompañarán en Pekín. Estamos dispuestos, junto con todas las partes, a defender con valentía el gran principio y el bien común del mundo, promover una perspectiva histórica correcta sobre la Segunda Guerra Mundial, salvaguardar resueltamente los frutos de nuestra victoria en la guerra y brindar mayores beneficios a toda la humanidad mediante la reforma del sistema de gobernanza global y la construcción de una comunidad de futuro compartido para la humanidad.

Gracias.    

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Compromiso: 
"una filosofía que solo se interesa por sus propios asuntos no se ocupa de su principal asunto." 
Mario Bunge

“Encontraremos de nuevo esperanza cada vez que pongamos al ser humano en el centro y en el corazón de las instituciones”. Con esta afirmación clara y urgente, el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Francisco José Prieto Fernández, marcó el tono de su homilía este viernes 25 de julio, solemnidad del Apóstol Santiago, patrono de España. 
https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2025-07/solemnidad-apostol-santiago-arzobispo-prieto-fernandez-compostel.html?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=NewsletterVN-ES 


La utopía

Comparto la entrada Utopía,  publicada por V. Ramos Centeno en el Diccionario de Pensamiento Contemporáneo. Puede ser un punto de partida para reflexionar sobre el tema.

 

 

UTOPÍA DicPC

Inquietum est cor nostrum. Somos carencia y deseo; somos sed de goce infinito e infinita capacidad de /sufrimiento, nosotros que en todo somos limitados, como dice Ernst Bloch. Por eso, la preocupación por el sufrimiento es el punto de partida del pensar. No estamos a gusto con nosotros mismos, buscamos y esperamos nuestro /rostro aún no desvelado. El pensar siempre se dio en el anhelo de un vivir sin sufrimiento, sin indignidad, sin / alienación, sin la /nada. La utopía es el sueño de una vida mejor y verdadera, el sueño de la humanidad del hombre. Por eso estuvo presente desde que el hombre se soñó como humano, se manifestó desde que el hombre se irguió sobre la naturaleza en todas aquellas formas en que la humanidad apareció.

I. TERMINOLOGÍA Y REFERENCIAS HISTÓRICAS.

La palabra utopía la inventó Tomás Moro, es sabido. Pero la idea acompañó desde siempre a la humanidad; aunque en nuestro mundo mediterráneo, donde quizá se la pensó mejor, la utopía siempre llevó en su rostro los rasgos de la sed de /justicia que brota de la Biblia y del ideal de racionalidad del sueño griego. Tomás Moro tiene detrás a Platón e Isaías, al Evangelio y a la filosofía griega, como también a toda la rica historia cristiana. Y cuando ve lo que es la «revolución de los ricos» (que la llamó Chesterton), no acepta el naciente mundo del dinero, sino que salta hacia adelante, repensando el futuro contenido en los viejos sueños del pasado. Y es ese rechazo del mundo del dinero, que Moro alaba en Platón, y que siempre está presente en la condena bíblica de los ricos, el que sigue alentando en tantas utopías posteriores, en toda la época moderna, en que ese mundo del dinero, sin embargo, seguía creciendo; aun cuando, a la vez, el sueño de la justicia y el ideal del paso erguido prepararon nuevos amaneceres.

En el siglo XIX, de nuevo tras otra revolución de los ricos (que suelen darse y triunfar siempre que fracasan o son traicionadas las revoluciones de los /pobres), las utopías conocen un nuevo esplendor. Los ideales de justicia, de racionalidad, de /fraternidad, fueron formulados de nuevo por Owen, Fourier, Cabet, etc. A Marx no le gustaron demasiado, es verdad, estos anhelos. Su exigencia de praxis y de análisis crítico le hizo sospechar de estos bellos pensamientos, a él que precisamente también había de arrebatar a muchos hombres en pos de una bella idea. Pero por mucho que Engels se empeñe en hacer pasar al socialismo «de la utopía a la ciencia», la idea de utopía como quimera no deja de ser una idea típica del positivismo del XIX, como dice F. E. Manuel. Aunque, como también recuerda este autor, desde La asamblea de las mujeres, de Aristófanes, la utopía siempre ha tenido quien la haga objeto de burla.

El siglo XX iba a traer sorpresas; y aunque en él, como efecto de los muchos desastres ocurridos, va a abundar la literatura antiutópica (Orwell, Zamiantin, Huxley, etc.), también será quizá el siglo en que mejor se ha reflexionado sobre el concepto de utopía. Desde Geist der Etopie de Ernst Bloch (1918), no han hecho sino aparecer libros, escritos y estudios en que el concepto de utopía es analizado, criticado, defendido, interpretado de los más diversos modos y por los más diversos autores; aunque puede que sea Bloch precisamente elque en El principio esperanza (esa summa de las utopías, como se ha dicho) haya hecho la reflexión más profunda sobre el concepto de utopía, sobre el carácter utópico del hombre y del mundo mismo, mostrándonos con claridad que la utopía no se reduce a la utopía social.

II. REFLEXIÓN SISTEMÁTICA.

El vocablo utopía con el significado de quimera ha de quedar, por tanto, sólo para el lenguaje vulgar, aunque sea desgraciadamente el que utilizan casi siempre nuestros habladores públicos y sus adláteres. Pero utilizar utopía en ese sentido vulgar no deja de denotar hoy, la mayor parte de las veces, cierta bruteza. Porque quizá tradujo mal Quevedo en su día: «No hay tal lugar». Más bien habría que decir: «Todavía no existe, pero debe existir, nos interpela, se hace presente en nuestros sueños de humanidad, en el arte, en la /filosofía, en la /religión, en nuestras luchas».

El hombre, a pesar de todo, no aguanta el /mal. La utopía es, como dice P. Ricoeur, repudio de lo existente, en tanto que nos es inadecuado, en tanto que no debiera ser. Quevedo vio bien la presencia en Moro de este rechazo y crítica de lo injusto e inmoral: Moro, dice, «vivió en tiempo y reino, que le fue forzoso para reprender el gobierno que padecía, fingir el conveniente». En la condición moral del hombre va implícito su carácter utópico, y la exploración, invención y anticipación del futuro debido. Por eso J. Muguerza puede hablar no sólo de que «la filosofía moral, política y social no puede renunciar a instalarse en la utopía», sino incluso del carácter utópico «de toda ética sin más». Porque, ¿qué es la /ética sino una utopía de la humanidad?

Por eso no hay que confundir para nada utopía e ideología. Como dijo Mannheim, y repite Ricoeur, la /ideología es la justificación de lo perecedero, mientras la utopía siempre ha tenido que ver con el sueño de lo que debe y puede llegar a ser real, y con lo que en la historia ha llegado a ser real y verdadero. Y, como dice Bloch, lo que queda, al fin, de las ideologías pasadas, de los modos de representación del mundo de épocas pasadas, es justamente aquello que en ellas había de utópico, lo que en ellas apuntaba hacia adelante.

Porque la utopía es verdad, dice P. Tillich. «¿Por qué es verdad? Porque expresa la esencia del hombre, el fin propio de su existencia. La utopía muestra lo que el hombre es esencialmente, y lo que debería tener como telos en su existencia». Que no es verdadero el mero mundo de los hechos; si no, ¿qué sentido tendría que la víctima por antonomasia de la historia pudiera decir, que nos recuerda Bloch: «Todo el que es de la verdad escucha mi voz»? Y no olvidemos en qué situación precisamente dijo tales palabras esa víctima. Por eso la utopía tiene que ver con la voluntad, con la negación de lo negativo y la voluntad del bien. Bloch define así la utopía: «Utopía es la voluntad acrisolada al ser del todo».

Pero la utopía no es voluntad pura que se asienta en la nada. Para Bloch, por ejemplo, la utopía es una posibilidad real que está en la latencia y tendencia del mundo. Ningún defensor de la utopía es puramente voluntarista. Lo es porque cree en la posibilidad del hombre y de lo existente, porque no admite el amor fati como solución ni verdad de lo real, porque espera, dado lo que sabe de la realidad, lo que degusta de la misma. El pensamiento utópico conoce el mal y ante él reacciona; pero conoce también el /bien, su presencia en lo real, su deseo por el hombre, su preapariencia (Vorschein) en las grandes y pequeñas creaciones del espíritu humano. El utopista no ve la realidad abocada a la nada, sino preñada de posibilidades a las que quiere ayudar a ser realidad, y que muchas veces han llegado a ser realidad.

El hombre sabe del mundo, el hombre conoce el mundo; y el hombre sabe del hombre, sabe lo que le hace humano. Y lo que sabe el hombre no sólo está en la ciencia; lo que el hombre sabe de la humanidad se expresó sobre todo en el arte, en la religión y en la filosofía. Ernst Bloch así lo afirma. En todo gran arte, en toda filosofía verdadera, resplandece el rostro del hombre. Ninguno de ellos se reduce para nada a expresión de su tiempo, sino que anuncia una humanidad humana posible que se enfrente radicalmente al sinsentido. Contra la imagen del búho de Minerva afirma Bloch: la filosofía es «actividad subversiva, (...) lenguaje de una realidad en trance de instaurarse (...). Si una gran filosofía enuncia el pensamiento de su tiempo, enuncia también lo que le falta a ese tiempo y lo que llegará a vencimiento en el mundo que viene».

Aunque es en la religión sobre todo, y sobre todo en la religión cristiana, donde la utopía se expresó con más radicalidad. Sólo en ella está la exigencia de justicia absoluta y de futuro absoluto, de manera que la utopía religiosa cristiana, la utopía del Reino de Dios y del Hijo del Hombre, supera incluso las fronteras de la /muerte: resurrección de la carne. Por eso Bloch afirma: «La religión está llena de utopía y la utopía es enteramente su porción más central, la omega del pueblo libre en un fundamento libre». Porque si «donde hay esperanza hay religión», donde hay religión hay utopía. La conciencia religiosa, piensa Bloch, es inseparable de los eternos problemas de nuestro anhelo, y en toda la historia de las utopías sociales hay religiosidad cristiana hecha sociedad. La conciencia religiosa fue la que nos enseñó, sobre todo, la no verdad de este mundo, y la que desde la Biblia nos enseñó a mirar hacia el futuro y a confiar en la verdad de la esperanza; porque si todos los pueblos sitúan la época dorada en un pasado fabuloso, sólo el pueblo judío supo poner en el futuro la justicia y la verdad del hombre.

¿Seremos capaces de renunciar a esta herencia en este momento de triunfo de Mammón? ¿Qué hacer ahora tras tanto derrumbamiento? ¿Podremos seguir hablando de utopía ahora que nos resulta hasta ridículo aquel final de la utopía, de Marcuse?

Mas si la utopía forma parte de la condición del "hombre, este no puede renunciar a la misma sin renunciar a su humanidad. No podemos vivir sin metas, sin metas sociales y personales. Sin ella, como dice Mucchielli, somos un navío a la deriva. En ningún sentido, tampoco en el social, el hombre puede conformarse con el presente. Refiriéndose a la situación de España, decía hace unos años Sergio Vilar: «Al no tener utopía, el presente resulta estéril: sólo se sobrevive en una serie de reproducciones simples de lo que ya fue y fuimos». El fracaso de muchas utopías ha traído estancamiento y putrefacción.

Ahora bien, en esto sí que hay que rechazar todo /fundamentalismo: no podemos, para reformular metas, olvidar los crímenes del utopismo y del apoderamiento totalitario de la historia, de la utopía como experimento nihilista. En la época que nos toca vivir, es necesario rechazar en toda defensa de la utopía cualquier resto de progresismo filisteo. El progresismo filisteo es nihilista en su verdad. Niega la presencia de la verdad en la historia, niega que la humanidad del hombre haya estado siempre también en sus obras. Por eso es totalitario, no cree realmente en el futuro, lo interpreta simplemente como un presente prolongado, y en el pasado no encuentra más que error y embuste. Pero no cabe verdadera utopía sin descubrir la presencia de la razón en la historia. Sólo esto puede dar confianza en el futuro. Los totalitarismos del siglo XX se caracterizaron (y se caracterizan) por quemar libros, por querer borrar las semillas de humanidad del pasado, la semilla bíblica –muy especialmente en el hitlerismo y, de otras maneras, en el estalinismo–. Así aniquilaron lo humano y su esperanza, y construyeron el infierno.

La utopía verdadera ha de rechazar toda quema de libros, pues ha de comenzar por el reconocimiento de la grandeza del hombre, por asumir su historia, llena de dolor, sufrimiento e injusticia, pero también de verdad, heroísmo, /belleza y bien. Ninguna utopía tiene sentido en desconexión con la historia. Ninguna utopía puede ser experimentar hipótesis abstractas, aunque sean hipótesis de Marx. La utopía ha de ser búsqueda de la verdad del hombre, que está en la tendencia de la historia y en las anticipaciones del pensamiento y de la razón. «Utopía sin razón es ciega» (Carlos Díaz).

Nos queda, pues, la utopía sin utopismo, la utopía con minúscula, si queremos, la que ama a la humanidad y su /historia, la que se reconcilia con esta; sin quema de libros, sin catarismo, buscando el mestizaje y mutuo enriquecimiento de tradiciones, sin usar a los hombres, sin ser estos medios de la economía, sin insultar sus ilusiones, sin proyectos fuera de su medida, sin desconstruir nada. A la utopía nada humano le es ajeno, todo lo humano le es hermoso. Y en este momento, contra el mal y la negación de lo humano que de nuevo amenazan, no hay que renunciar a la expectativa de un novum. Sin utopía, la razón se empobrece, se reduce a /razón instrumental, y se cae también en el totalitarismo: «Razón sin utopía es vacía», sentencia Carlos Díaz. El rostro del que sufre, la humanidad pisoteada y traicionada, nos siguen interpelando como a Moro. Y también hoy tenemos el deber de denunciar el presente y proyectar una vida humana. La humanidad ha soñado sueños demasiado bellos para aceptar ahora esto como realidad: «Jerusalén, si me olvido de ti, que mi mano derecha se me seque» (Sal 137,5).

BIBL.: BLOCH E., El principio esperanza, 3 vols., Aguilar, Madrid 1977ss; ID, El ateísmo en el cristianismo. La religión del éxodo y del Reino, Taurus, Madrid 1983; DIAz C., De la razón dialógica a la razón profética, Madre Tierra, Móstoles 1991; MANNHEIM K., Ideología y utopía, Aguilar, Madrid 1989; MANUEL F. E. (ed.), Utopías y pensamiento utópico, Espasa-Calpe, Madrid 1982; MANUEL E. E.-MANUEL F. E, El pensamiento utópico en el mundo occidental, 3 vols., Taurus, Madrid 1984; MORO T.-CAMPANELLA T.-BACON F., Utopías del Renacimiento, FCE, Madrid 1980; NEUSUSS A. (ed.), Utopía, Barral, Barcelona 1971; RAMOS CENTENO V., Utopía y razón práctica en Ernst Bloch, Endymión, Madrid 1992; RICOEUR E, Ideología y utopía, Gedisa, Barcelona 1989; SÁNCHEZ MORA E., Utopía y praxis, Trillas, México 1980; VILAR S., El viaje y la utopía. Iniciación a la teoría y a la práctica anticipadora, Laia, Barcelona 1985.

V. Ramos Centeno

https://es.scribd.com/document/288471698/Diccionario-de-Pensamiento-Contemporaneo





17 junio 2025

A los "líderes" de este mundo



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14 de Julio

¿QUÉ FESTEJARON?

LIBERTAD - IGUALDAD - FRATERNIDAD

(¿o me equivoco?)


armasarmasarmasarmasarmasarmas



 Actualizo unas imágenes ya publicadas






Allí habrá estado nuestro planeta si continuamos siendo tan estúpidos como para no saber convivir.

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MATAR

Matamos, siempre matamos
Células
Bacterias
Plantas
Animales
Seres humanos
...
Matamos, siempre matamos
¿Por qué?
¿Para qué?
...
Matamos, siempre matamos
¿Cómo?
¿Cuándo?
...
Matamos, siempre matamos
Y consagramos como héroes 
a quienes matan personas.


Andrea Verrocchio: Retrato ecuestre de Bartolomeo Colleoni, mercenario (condotiero italiano del siglo XV)

Nota: No es una poesía.


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29 mayo 2025

1.- Somatoestética. Para una conciencia ampliada de la expectación. 2.- Segundo artículo: Arquitectura marplatense: su estética


 


Somatoestética. Para una conciencia ampliada de la expectación. 

(separata de mi artículo publicado en el Nº 18 de IECE Revista Digital)

 

TEATRO

IECE REVISTA DIGITAL N°18 - DIC 2024

 

NICOLÁS LUIS FABIANI

Somatoestética. Para una conciencia ampliada de la expectación¹

 

¹ Ponencia inédita presentada en el XXXII Congreso Internacional de Teatro Iberoamericano y Argentino. GETEA, FILO-UBA, 2024

 

En el resumen de mi ponencia (GETEA 2024) citaba un artículo de Jorge Dubatti, “Territorios de las/los espectadores”, publicado en el Nº 16 de IECE Revista Digital. Allí señalaba el autor: “sabemos muy poco todavía de las/los espectadores.” Por mi parte escribía en mi ponencia del año anterior: “El espectador procesa, no sólo reacciona.” Subrayo, procesa.

“En cuanto al teatro, -escribe Dubatti- la expectación consiste en la acción de observar la producción de poíesis corporal en el acontecimiento: observar la construcción (en el doble sentido de constructo y proceso) de metáfora, ficción, forma, mundo paralelo al mundo, en-desde-por-con el cuerpo del actor, para poder desde dicha observación multiplicar a su vez la experiencia en la producción poiética convivial.” (Dubatti, 2018)

Ahora bien, para una conciencia ampliada de la “expectación” se trata aquí de reflexionar sobre la difícil tarea que plantea dicha expectación, no en un plano abstracto de toda expectación, sino a partir de un enfoque sistémico que vengo sosteniendo desde hace ya bastante tiempo, enfoque sistémico que debiera atender al aquí y ahora de las/los espectadores en particular y, a la vez, en todo aquello que pueda esbozarse como general, desde un punto de vista latinoamericano y/o nacional. Para esto deberían tomarse en cuenta los componentes de esta complejidad. Estos componentes, lejos de su simple apariencia conceptual, pueden resumirse en aquello que tiene que ver con la persona (obviamente el espectador en cuestión). Aquí surge la somatoestética, pero como componente estaría hoy mejor definido conceptualmente como [Bp], biopsicológico; la somatoestética estaría representada por lo biológico, de ahí que el componente propiamente dicho incluya lo psicológico, además de lo somático. Los otros componentes comprenden la economía, la política y, en definitiva, la cultura. Lo cual supone, como vengo insistiendo desde hace ya algunos años, una tarea inter y transdisciplinaria por la diversidad de saberes que implica. De ahí que proponga, sin más pretensiones para el breve espacio de que se dispone, algunos interrogantes, algunas posibles líneas de investigación.

Partamos entonces del siguiente axioma: todo espectador forma parte de un sistema social. Un sistema que incluye, como digo, lo económico, lo político y lo cultural. Y agrego, aunque parezca una perogrullada: debemos considerar nuestra propia experiencia como espectadores. Es más: nuestra experiencia vital que culminará en el aquí y el ahora de la expectación que el espectáculo en cuestión nos proponga (no sólo teatro, sino cine, concierto o, más recientemente, competiciones olímpicas). Por supuesto, para nosotros, aquí y ahora, el teatro sería lo específico, particular.

En mi ponencia anterior (“Teatro y cuerpo. Aportes para una somatoestética”) cerraba la conclusión con la siguiente pregunta ahora ampliada: ¿Qué procesos se desencadenan en nosotros, expectadores ante un espectáculo, en el presente caso, teatral? La breve respuesta que respondía a esta pregunta era “Procesos somatoestéticos”. Este concepto -somatoestética- se diferencia del más conocido como somatoestesis, que tiene que ver solamente con el sistema somatosensorial. Así, pues, mi propuesta sistémica alude a lo estético evitando los enfoques reduccionistas de la neuroestética (la moda de lo neuro), a la vez que parte de un enfoque biopsicológico, es decir, un campo compartido por lo biológico (que atiende al soma, cuerpo) y lo psicológico (que, además, también incluye las emociones).

Ahora bien, en qué medida esos procesos somatoestéticos proponen una conciencia ampliada de la expectación, como plantea el título de este trabajo. “En la zona de experiencia, -pregunta Dubatti- ¿quién podría trazar límites precisos y estables a estos territorios de acontecimiento, o al grado de conciencia frente a la convención y las reglas, o a las etapas del proceso de hacerse espectador? Sería imposible.” (Dubatti, 2018). Esta es su respuesta. Es verdad, los límites son imprecisos. La complejidad prevalece, al parecer. Pero nada impide abordar esa complejidad, como planteo, desde el punto de vista sistémico, aun sabiendo que esa complejidad no será resuelta de una vez y para siempre. La ciencia lo sabe bien.

Así pues, esta expectación ampliada debería considerar los componentes ya citados (biopsicológicos, somatoestéticos), económicos, políticos y culturales y sus relaciones, sin las cuales estaríamos desechando posibles explicaciones más allá de los límites de sus respectivos campos. Por supuesto, las preguntas que surgen son tan ineludibles como numerosas (casi diría infinitas). A título de ejemplo, y como cierre de este artículo dejaré algunas planteadas, sobre todo porque el propósito de esta presentación es abrir puertas y eludir la tentación de cerrarlas.

Hace ya algunos años, Enrique Dussel ha planteado, una “estética de la liberación”. Obviamente no desde el campo de la somatoestética. Pero sí en cuanto tiene que ver con lo político, lo económico y, me atrevo a decir, sobre todo lo cultural y, especial y críticamente, en relación con el eurocentrismo y la tan mentada modernidad. Ahora bien, si no consideramos el enfoque somatoestético, estamos dejando de lado algo que el propio Dussel plantea respecto del fundamento de la Ética: la VIDA. En el caso de esta “conciencia ampliada de la expectación” y, por qué no, de una estética ampliada de la liberación, ¿acaso no deberíamos adoptar un fundamento semejante, es decir, la Vida? La respuesta parece ya implícita; pero no es así, sería demasiado fácil. De todos modos, creo, vale la pena plantearse la relación Estética-Vida. Y esto en tanto que la estética haría algo más que problematizar la Belleza, o limitarse, por ejemplo, a las artes. La somatoestética tendría que ver, como componente, con aquello que presupone todo ser humano, y esto ya es considerablemente amplio. Aquí estaríamos superando los límites: de raza, de culturas (no unas mejores que otras), de poderes económicos y políticos que impongan marginaciones económicas, políticas y, por ende culturales. ¿Sería una propuesta utópica o una con un horizonte ilimitado? ¿No cabría plantearse un nuevo humanismo, humanitario? Estaríamos frente a una conciencia ampliada de la expectación.

Bibliografía

-Dubatti, Jorge (2023) “Territorios de las/los espectadores”, publicado en el Nº 16 de IECE Revista Digital, diciembre.

-Dubatti, Jorge (2018). “Pensar a los espectadores de teatro”. En IECE. Revista Digital, Mar del Plata, Instituto de Estudios Culturales y Estéticos, III, 6 (diciembre), 3-6. http://iece-argentina.weebly.com

-Fabiani, Nicolás Luis (2023) “Aportes para una somatoestética. Su relación con las artes” IECE Revista Digital N°15 - JUL 2023

https://iece-argentina.weebly.com/uploads/5/7/2/4/57241255/iece_revista_15_%C3%BAltima_versi%C3%B3


Nota: Todos los números ya publicados pueden consultarse en: iecedigital.blogspot.com 


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Gabinete Marplatense de Estudios Históricos Regionales

XXXIII Congreso de Historia Regional 2025 – Ing. Guillermo Bragge

15 al 19 de setiembre de 2025


Expone:

Mag. Nicolás Luis Fabiani: Arquitectura marplatense: su estética



Mi relación con la Estética se concreta en 1993, cuando se me nombra a cargo de la cátedra de esa disciplina, para la recién organizada carrera de Filosofía (Fac. de Humanidades, UNMdP). Por entonces estaba a cargo de la cátedra de Historia del Arte.

Prontamente tuve que ponerme a la altura de semejante responsabilidad. Es decir, estudiar. Me aventuré en temas tradicionales sobre la estética: su historia, los filósofos que habían considerado que su sistema no estaba completo sin una reflexión sobre esa disciplina, aquellos que creían un pertinente reflexionar sobre las artes y quienes pretendían indagar acerca de lo bello y la belleza, su esencia.

Pronto comprendí que esas largas especulaciones llegaban a culminar en: “Lo bello es…” o, peor aún, concluir que, “sobre gustos no hay nada escrito” (y, sin embargo, hay tanto). Kant y Hegel fueron hitos culminantes en mis lecturas y en mis clases. Y también un callejón sin salida.

Hasta que un día leí sobre aisthesis (de ahí estética, Baumgarten 1750) y, más tarde, sobre “neuroestética”. Y me aventuré. En mi cabeza (y en la de otros) estaba el cerebro. Me interesé por la biología. Más tarde observé como todo empezó a teñirse de neuro: neurología, neuromarketing, neuroestética, etc.

Fue un llamado de atención. Porque, pensé, el cerebro no es todo. Hay otros órganos en nuestra constitución. No hay una neurona que me anuncie “esto es bello” (y dudo que otras personas la tengan). Mi experiencia me decía que si me atacaba un dolor de muelas en pleno concierto, la solución era un dentista, más allá de esos bellos sonidos. Quiero decir que si un dolor o molestia me atacaba, eso me impediría disfrutar de ese concierto.

Al mismo tiempo, también leí acerca de los sistemas (Bertalanffy, Luhmann). Y así me encontré con obras de Mario Bunge, filosósofo, argentino, profesor en la universidad McGill, Canadá. “Toda cosa concreta es un sistema o forma parte de un sistema”, afirma. Entonces el sistema neural está en relación con el sistema visual, el auditivo, el digestivo, etc.

Hoy, me ocupo de “somatoestética” (y no somos muchos, por lo que sé). “La somatoestética -escribí recientemente- refiere al cuerpo humano, al organismo, un sistema biopsicológico en el que se procesan estímulos y reacciones ante ellos.


Bien. ¿Y que tiene todo esto que ver con la arquitectura marplatense y su estética? Para mí, todo. En parte, pretendo no convencerlos sino hacerlos partícipes de esto.

Desde mi punto de vista lo bello, la belleza pertenece a la reflexión cultural. Y como bien dice Umberto Eco, son conceptos relativos. Porque hay culturas, en plural, y los consensos sobre esos conceptos difieren hasta de persona a persona.

Lo estético tendrá que ver, entonces, con lo biopsicológico, con la economía, con la política y con la cultura. Si ustedes pensaban que la estética de la arquitectura marplatense podía resolverse con el “me gusta, no me gusta”, no digo que se equivocaran. Quizá respondían solamente a su propia cultura, conocimientos, gustos. Esto posibilita una breve apertura a esta complejidad que me preocupa.

Estamos en casa, en el trabajo, circulamos por las calles, etc. etc. y estamos en contacto con la arquitectura. ¿Cómo? Como podamos, como nos lo permitan los distintos sistemas que nos constituyen: los cinco sentidos, más la interocepción, la exterocepción, nuestra experiencia y memoria, nuestras emociones.

Entonces, ¿cómo será nuestra estética de la arquitectura marplatense? Respuesta: compleja.

Bajemos al ruedo con algunos ejemplos actuales, que no sean muchos, porque les dejo abierta la puerta a sus propias experiencias.

Cabe decir que, entre otras, hubo influencias artísticas italianas, francesas, inglesas, españolas, belgas… y propias. Asimismo vale señalar que hay una Mar del Plata, pero también hay otra, menos espectacular, más cotidiana, más periférica. Esto daría lugar a otra exposición mucho más extensa.


Los ejemplos:

1.- La Villa Ortiz Basualdo, museo Juan Carlos Castagnino. El edificio fue proyectado en 1909 por los arquitectos Luis Dubois y Pablo Pater (franceses, ambos). En 1919 se encaró una ampliación y remodelación a cargo del arquitecto George Camus, francés, variando el estilo “manoir francés” hacia el “anglonormando”. Entramado (“pan de bois”), piedra, tejas de zinc. Cada componente proporciona una percepción especial: la vista (formas, colores); el tacto (textura de la piedra), el contexto (jardín), la experiencia (subsistema Biopsicológico).


2.- Catedral de los Santos Pedro y Cecilia. Arq. Pedro Benoit (francés). Estilo: neogótico. La vista: exterior e interior simil piedra (similitud con las catedrales góticas); madera (color), (puertas, color y textura), vitrales.


3.- Municipalidad. Arq. Alejandro Bustillo, argentino. Estilo: medieval italiano. La vista (formas, colores); el tacto (piedra)


4.- Villa Álzaga Unzué (1929). Arq.: Obra del estudio de arquitectura de Acevedo, Becú y Moreno. Estilo pintoresquista, variante: estilo Tudor. (Alberti al 500, Hoy Collegio Trinity)


5.- Edificio Casino Mar del Plata. Arq. Alejandro Bustillo. [estilo versallesco, estimo](1938-39); “estilo ecléctico, aunque con reminiscencias neoclásicas francesas (estilo Luis XIII), con frentes revestidos en piedra Mar del Plata, ladrillo visto y mansardas en pizarra francesa.” Wikipedia.


Ahora bien, no se trata de desechar la Estética tradicional, pero sí considerarla formando parte del subsistema cultural (convención/consenso, belleza/fealdad). Y agrego: Ética.

Mi punto de vista somatoestético apunta, pues, al subsistema biopsicológico (organismo, sentidos, procesos perceptivos, emociones, causas y consecuencias): así distinguiría: Estética “rica” / Estética “pobre” (por ejemplo edificio Terraza Palace (arq. A. Bonet) / Hotel Costa Galana, este último una “pobre” fachada uniformemente vidriada). Ahora bien, desde un punto de vista sistémico cabe considerar los subsistemas económico [E] y político [P]. Pero la extensión de este trabajo no permite que los examine.

En conclusión: la estética de la arquitectura marplatense, un tema complejo, como estimo haber expuesto, para considerar desde un punto de vista interdisciplinario y transdisciplinario. No siempre fácil de abordar, no precisamente abordado como tal.


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