Somatoestética. Para una conciencia ampliada de la expectación.
(separata de mi artículo publicado en el Nº 18 de IECE Revista Digital)
TEATRO
IECE REVISTA DIGITAL N°18 - DIC 2024
NICOLÁS LUIS FABIANI
Somatoestética.
Para una conciencia ampliada de la expectación¹
¹ Ponencia inédita presentada en el XXXII Congreso Internacional de Teatro Iberoamericano y Argentino. GETEA, FILO-UBA, 2024
En el resumen de mi ponencia (GETEA
2024) citaba un artículo de Jorge Dubatti, “Territorios de las/los
espectadores”, publicado en el Nº 16 de IECE Revista Digital. Allí señalaba el
autor: “sabemos muy poco todavía de las/los espectadores.” Por mi parte
escribía en mi ponencia del año anterior: “El espectador procesa, no sólo
reacciona.” Subrayo, procesa.
“En cuanto al teatro, -escribe Dubatti-
la expectación consiste en la acción de observar la producción de poíesis
corporal en el acontecimiento: observar la construcción (en el doble sentido de
constructo y proceso) de metáfora, ficción, forma, mundo paralelo al mundo,
en-desde-por-con el cuerpo del actor, para poder desde dicha observación
multiplicar a su vez la experiencia en la producción poiética convivial.”
(Dubatti, 2018)
Ahora bien, para una conciencia ampliada de la “expectación” se trata aquí de reflexionar sobre la difícil tarea que plantea dicha expectación, no en un plano abstracto de toda expectación, sino a partir de un enfoque sistémico que vengo sosteniendo desde hace ya bastante tiempo, enfoque sistémico que debiera atender al aquí y ahora de las/los espectadores en particular y, a la vez, en todo aquello que pueda esbozarse como general, desde un punto de vista latinoamericano y/o nacional. Para esto deberían tomarse en cuenta los componentes de esta complejidad. Estos componentes, lejos de su simple apariencia conceptual, pueden resumirse en aquello que tiene que ver con la persona (obviamente el espectador en cuestión). Aquí surge la somatoestética, pero como componente estaría hoy mejor definido conceptualmente como [Bp], biopsicológico; la somatoestética estaría representada por lo biológico, de ahí que el componente propiamente dicho incluya lo psicológico, además de lo somático. Los otros componentes comprenden la economía, la política y, en definitiva, la cultura. Lo cual supone, como vengo insistiendo desde hace ya algunos años, una tarea inter y transdisciplinaria por la diversidad de saberes que implica. De ahí que proponga, sin más pretensiones para el breve espacio de que se dispone, algunos interrogantes, algunas posibles líneas de investigación.
Partamos entonces del siguiente axioma:
todo espectador forma parte de un sistema social. Un sistema que incluye, como
digo, lo económico, lo político y lo cultural. Y agrego, aunque parezca una
perogrullada: debemos considerar nuestra propia experiencia como espectadores.
Es más: nuestra experiencia vital que culminará en el aquí y el ahora de la
expectación que el espectáculo en cuestión nos proponga (no sólo teatro, sino
cine, concierto o, más recientemente, competiciones olímpicas). Por supuesto,
para nosotros, aquí y ahora, el teatro sería lo específico, particular.
En mi ponencia anterior (“Teatro y
cuerpo. Aportes para una somatoestética”) cerraba la conclusión con la
siguiente pregunta ahora ampliada: ¿Qué procesos se desencadenan en nosotros, expectadores ante
un espectáculo, en el presente caso, teatral? La breve respuesta que respondía
a esta pregunta era “Procesos somatoestéticos”. Este concepto -somatoestética-
se diferencia del más conocido como somatoestesis, que tiene que ver solamente con el sistema
somatosensorial. Así, pues, mi propuesta sistémica alude a lo estético evitando
los enfoques reduccionistas de la neuroestética (la moda de lo neuro),
a la vez que parte de un enfoque biopsicológico, es decir, un campo compartido
por lo biológico (que atiende al soma, cuerpo) y lo psicológico (que, además, también
incluye las emociones).
Ahora bien, en qué medida esos procesos somatoestéticos proponen una conciencia ampliada de la expectación, como plantea el título de este trabajo. “En la zona de experiencia, -pregunta Dubatti- ¿quién podría trazar límites precisos y estables a estos territorios de acontecimiento, o al grado de conciencia frente a la convención y las reglas, o a las etapas del proceso de hacerse espectador? Sería imposible.” (Dubatti, 2018). Esta es su respuesta. Es verdad, los límites son imprecisos. La complejidad prevalece, al parecer. Pero nada impide abordar esa complejidad, como planteo, desde el punto de vista sistémico, aun sabiendo que esa complejidad no será resuelta de una vez y para siempre. La ciencia lo sabe bien.
Así pues, esta expectación ampliada
debería considerar los componentes ya citados (biopsicológicos, somatoestéticos),
económicos, políticos y culturales y sus relaciones, sin las cuales estaríamos
desechando posibles explicaciones más allá de los límites de sus respectivos
campos. Por supuesto, las preguntas que surgen son tan ineludibles como
numerosas (casi diría infinitas). A título de ejemplo, y como cierre de este
artículo dejaré algunas planteadas, sobre todo porque el propósito de esta
presentación es abrir puertas y eludir la tentación de cerrarlas.
Hace ya algunos años, Enrique Dussel ha planteado, una “estética de la liberación”. Obviamente no desde el campo de la somatoestética. Pero sí en cuanto tiene que ver con lo político, lo económico y, me atrevo a decir, sobre todo lo cultural y, especial y críticamente, en relación con el eurocentrismo y la tan mentada modernidad. Ahora bien, si no consideramos el enfoque somatoestético, estamos dejando de lado algo que el propio Dussel plantea respecto del fundamento de la Ética: la VIDA. En el caso de esta “conciencia ampliada de la expectación” y, por qué no, de una estética ampliada de la liberación, ¿acaso no deberíamos adoptar un fundamento semejante, es decir, la Vida? La respuesta parece ya implícita; pero no es así, sería demasiado fácil. De todos modos, creo, vale la pena plantearse la relación Estética-Vida. Y esto en tanto que la estética haría algo más que problematizar la Belleza, o limitarse, por ejemplo, a las artes. La somatoestética tendría que ver, como componente, con aquello que presupone todo ser humano, y esto ya es considerablemente amplio. Aquí estaríamos superando los límites: de raza, de culturas (no unas mejores que otras), de poderes económicos y políticos que impongan marginaciones económicas, políticas y, por ende culturales. ¿Sería una propuesta utópica o una con un horizonte ilimitado? ¿No cabría plantearse un nuevo humanismo, humanitario? Estaríamos frente a una conciencia ampliada de la expectación.
Bibliografía
-Dubatti, Jorge (2023) “Territorios de
las/los espectadores”, publicado en el Nº 16 de IECE Revista Digital,
diciembre.
-Dubatti, Jorge (2018). “Pensar a los
espectadores de teatro”. En IECE. Revista Digital, Mar del Plata, Instituto de
Estudios Culturales y Estéticos, III, 6 (diciembre), 3-6.
http://iece-argentina.weebly.com
-Fabiani, Nicolás Luis (2023) “Aportes
para una somatoestética. Su relación con las artes” IECE Revista Digital N°15 -
JUL 2023
https://iece-argentina.weebly.com/uploads/5/7/2/4/57241255/iece_revista_15_%C3%BAltima_versi%C3%B3
Nota: Todos los números ya publicados pueden consultarse en: iecedigital.blogspot.com
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